Rodeado de relatos misteriosos, el oráculo de Delfos fue, durante miles de años, uno de los enigmas más desconcertantes del mundo antiguo. Para el mundo griego, los oráculos eran fundamentales para su religión y su cultura, comerciantes, mendigos, filósofos, campesinos y reyes sabían de su existencia y acudían al santuario para saber lo que les deparaba el futuro. El recinto sagrado fue dedicado principalmente al Dios Apolo.
El principal motivo de veneración del santuario residía en la veracidad de sus vaticinios, siendo el oráculo de Delfos el más fiable de la época. Lo cierto es que los griegos tenían una fe ciega en el oráculo, si se equivocaba decían que se había interpretado mal.
El Oráculo de Delfos, origen y funcionalidad
Según la mitología griega, el culto tiene origen en la orden de acudir a ese lugar que Zeus dio a Apolo, su hijo, nada más nacer. Para el viaje le proporcionó un carro tirado por cisnes, pero éstos condujeron a Apolo al lejano país de los Hiperbóreos, una región situada en tierras desconocidas al norte de Tracia…